La Generalitat retirará la Creu Sant Jordi que había otorgado al expulsado de Amical Mauthausen
Enric Marco, una de las figuras más conocidas de las víctimas españolas del nazismo y hasta hace unos días presidente de la asociación Amical de Mauthausen, pidió ayer «disculpas» por haber mentido durante años sobre su condición de deportado del nazismo en un campo de concentración «a todos aquellos que se sienten frustrados, engañados y estafados» por su actuación.
AGENCIAS./BARCELONA
Enric Marco. / EFE
Resulta que Marco era un vulgar impostor. Jamás fue prisionero de los nazis. Durante años, mintió descaradamente en cientos de entrevistas que concedió a los medios de comunicación, en sus charlas en colegios, en coloquios públicos e incluso en un libro autobiográfico, Memorias del infierno, publicado en 1978.
Marco, que ha sido fulminantemente destituido de la presidencia de la Amical Mauthausen, aseguró que se siente «mal» por haber mentido, pero dijo que «no son mentiras cuando dije que había estado encarcelado durante meses» por la Gestapo. «No es cierto que sea un superviviente de ningún campo de concentración». Según Marco, sus relatos «son un engaño a medias» y «no ha habido picardía». Agregó que «lo único que he hecho es cambiar el escenario», porque «me he sentido muy identificado con las víctimas».
Primeras sospechas
La asociación Amical de Mauthausen, formada por españoles ex deportados de campos de concentración nazis y sus familiares, manifestó en un comunicado público que Enric Marco, de 84 años de edad, reconocía «haber deformado la realidad» del relato de su etapa como preso del Tercer Reich.
La asociación tuvo las primeras sospechas el pasado 1 de mayo, una vez terminada la asamblea en la que fue elegido presidente, tras tener conocimiento de un informe realizado por el historiador Benito Bermejo que ponía en duda que Marco fuera deportado. Al día siguiente, la junta de la entidad, que tuvo acceso al informe, se reunió con Marco, que no pudo aportar los documentos necesarios para demostrar su supuesto pasado como deportado, por lo que la Amical delegó sus funciones en la vicepresidenta, Rosa Torán.
Por otra parte, el consejero de Relaciones Institucionales y Participación, Joan Saura, anunció que la Generalitat retirará la Creu de Sant Jordi que el Gobierno catalán concedió a Marco el 12 de septiembre de 2001 en calidad de víctima del nazismo y luchador por la libertad.
En una de las primeras ocasiones en las que comenzó a forjar su mentira, una entrevista publicada en 1978 en la revista 'Por favor', Enric Marco relataba su viaje a Francia como polizón, comprando a un carabinero del puerto, y su captura por los alemanes. Pero el deportado 6.448 nunca vivió en un campo nazi. En 1942 se fue a trabajar a Alemania, donde estuvo saboteando camiones de las fuerzas nazis valiéndose de sus conocimientos de mecánica y posteriormente difundiendo informaciones sobre el desarrollo de la Guerra Mundial que traducía de la prensa portuguesa. Regresó a España en 1943, dos años antes del fin de la II Guerra Mundial.
El pasado mes de enero fue el único superviviente de los campos nazis que habló para los diputados del Congreso, a los que relató: «Cuando llegábamos a los campos de concentración en esos trenes, como ganado, nos desnudaban, nos mordían sus perros, nos deslumbraban (...) Nos gritaban Linke-recht (izquierda, derecha). No entendíamos nada».
No hay comentarios:
Publicar un comentario