viernes, febrero 18, 2005

A desayunar, a la escuela

Me causa estupor: ahora los chicos ni desayunan en casa. Será el Estado el que defeinitivamente se haga carlo de los niños?


Cerca de 300 alumnos participan en el programa «En el cole abrimosa las 7», que ofrece una decena de colegios públicos de la ciudad


El programa «En el cole abrimos a las 7» atendió el año pasado a cerca de 300 alumnos avilesinos, con el propósito de facilitar la incorporación de la mujer al mundo laboral. Una decena de colegios públicos ofrecen regularmente este servicio, que ofrece la posibilidad de que los niños desayunen en el centro. El colegio El Quirinal es, con 16 alumnos diarios de media, el que más usuarios tiene de este programa, seguido de Palacio Valdés y Enrique Alonso.

E. CAMPO

Son las ocho y media de la mañana, y dos niños avanzan por el patio desierto del colegio El Qurinal. Todavía falta media hora para que comiencen las clases, pero ya no son los primeros: en el interior del edificio se escuchan voces infantiles. Se trata de los escolares que acuden al programa «En el cole abrimos a las 7», que comenzó como experiencia piloto en el curso 2001-2002 y ahora se presta regularmente en 10 centros avilesinos. La idea es facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar.

Un total de 285 niños utilizaron el año pasado este servicio, según los datos municipales. No hay una hora única de entrada, sino que a las siete de la mañana comienza el goteo de llegadas, según explica el director de El Quirinal, Vicente Fernández. Tampoco hay un número fijo de alumnos, ya que acuden o no según la necesidad de cada día. Aida Lorenzo y Carmen Cueto son las encargadas de atender a los niños en este centro. Aseguran que, pese al madrugón, los pequeños no se quedan dormidos. «Unos días están más inquietos que otros, pero en general se portan bien, y están entretenidos con los juegos», dice Lorenzo.

Michelle Dávalos es una de las esforzadas madrugadoras que llega al cole antes que nadie. «Primero desayunamos y después jugamos; a veces el conserje no nos deja jugar al escondite», protesta. No todos los niños desayunan en el centro, algunos lo hacen en su casa. Para los que sí utilizan este servicio, las responsables tienen cereales, zumo, galletas, leche y bollería.

Desde la puesta en marcha del programa se notó un incremento de la demanda y, según el concejal de Educación, Román Antonio Álvarez, el nivel de satisfacción de las familias es muy alto. A excepción de los colegios San Cristóbal y Fernández Carbayeda, todos los centros públicos de Avilés cuentan con el servicio, aunque sólo en 10 es de forma regular: en Llaranes, Marcelo Gago y Virgen de las Mareas no hay demanda suficiente como para que se consolide.

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