sábado, diciembre 31, 2005
«En esta hora tardía de mi vida...»
Me gustó el comentario
A los 78 años, una mudanza es una tortura, y más yendo a una casona de estructura antigua, sin reparaciones en serio desde hace un cuarto de siglo. Un equipo de electricistas, fontaneros, pintores e instaladores ha hecho maravillas en un trabajo muy intenso que el Papa les agradeció la víspera de Nochebuena.
«Os doy las gracias de corazón», les dijo, «porque habéis restaurado el apartamento del Papa en tres meses. Estoy convencido, porque construí una pequeña casa para mí en Alemania, de que en cualquier otro lugar las obras hubiesen durado más de un año. Me gusta, sobre todo, la biblioteca, con ese techo antiguo. También el estudio médico y todas las demás cosas», incluida la cocina ultramoderna regalada por un compatriota. «Habéis dado todo vuestro esfuerzo, y eso me anima a dar yo también, en esta hora tardía de mi vida, todo lo que puedo dar».
viernes, diciembre 30, 2005
Belenes
Pilar Lázaro
He podido ver en una publicación reciente lo bonita que estaba adornada nuestra ciudad cuando el Rey Alfonso XIII vino a visitarla. La costumbre de embellecer las calles es un detalle de bienvenida a un personaje y una muestra de que deseamos agasajarle.
Logroño y muchísimas ciudades de los más diferentes países, todos los años por estas fechas, aparecen llenas de luces y adornos. También nuestras casas las decoramos con motivos navideños, donde no puede faltar el tradicional «belén», porque celebramos el nacimiento de Dios hecho hombre.
Hace escasas fechas leía en la Prensa que, muchos padres, cuando sus hijos les preguntan por algo de los belenes que visitan, no saben contestarles. Y es una pena que haya creyentes que lo han olvidado o no se hayan preocupado de enterarse de algo tan importante para el pueblo cristiano y tan enraizado desde el siglo XIII, en que San Francisco de Asís lo representó por primera vez.
Así no es extrañar, aunque me ha llamado poderosamente la atención, que en los escaparates proliferen los Papá Noel trepadores de balcones y otros adornos, que nada tienen que ver con nuestra tradición. También se encuentran las figuras del Nacimiento, en menor cantidad y en general de excelente calidad y belleza, pero a precios no asequibles para todos, mientras los otros adornos están más al alcance de cualquier bolsillo.
Mi conclusión es que, aunque pensemos que somos libres de comprar y decorar como queramos, no es cierto: compramos lo que otros han decidido, porque es lo que nos ofrecen a precios razonables. Animo a los fabricantes de figuras de los belenes, que oferten otros más asequibles, donde se puede elegir, conforme a las posibilidades de cada uno.
martes, diciembre 27, 2005
Más de 40 años de tarea pastoral en los Andes peruanos
He leído el libro, salió el mes pasado, y me ha encantado. Ahoraviene la reseña del portal
El obispo gerundense Enric Pèlach explica en un libro, a sus 88 años, recuerdos de su tarea pastoral en los Andes peruanos. Ofrecemos un fragmento. El gerundense Enric Pèlach, obispo emérito de Abancay (Perú), explica a sus 88 años su «infatigable tarea pastoral» en el libro "Abancay. Un obispo en los Andes peruanos". El volumen relata sus viajes apostólicos, su tenaz tarea social en beneficio de los pobres y desplazados y su trabajo en favor de las vocaciones sacerdotales. | |||
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Un Belén distinto
Ingenieros de la Universidad de Navarra, diseñan el belén más pequeño del mundo. Investigadores de la Escuela de Ingenieros TECNUN de la Universidad de Navarra y de su centro tecnológico, CEIT, han diseñado el belén más pequeño del mundo. El nacimiento, apreciable únicamente a través de un microscopio, está formado por San José, la Virgen María y el niño Jesús. En conjunto, las tres figuras tienen un tamaño de 0,1 milímetros de ancho por 0,2 de alto.
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lunes, diciembre 26, 2005
«Las cosas maravillosas de la vida son casi siempre obra de las mujeres»
- Usted lleva ya dieciséis años en Roma, ¿va a sentir dejar la Santa Sede?
- ¿Qué espera usted de su trabajo en la diócesis de Cuenca?
- Supongo que ya habrá recibido las felicitaciones de sus convecinos de Alberite.
- ¿Cómo fue su infancia en Alberite?
- ¿Qué recuerda de aquel día?
- ¿Cómo va a pasar estas fechas en La Rioja?
domingo, diciembre 25, 2005
Pastores de Belén
No lloréis, mis ojos;
Niño Dios, callad;
que si llora el Cielo,
¿quién podrá cantar?
Si de yelo frío,
Niño Dios, lloráis
turbaráse el Cielo
con tal tempestad.
Serenad los soles,
y el suyo podrá
deshacer los yelos
que os hacen llorar.
Cantarán los hombres
en la tierra paz,
que, si llora el Cielo,
¿quién podrá cantar?
Vuestra Madre hermosa,
que cantando está,
llorará también
si ve que lloráis.
O es fuego, o es frío
la causa que os dan;
si es amor, mis ojos,
muy pequeño amáis.
Enjugad las perlas,
nácar celestial,
que si llora el Cielo,
¿quién podrá cantar?
Los ángeles bellos
cantan que les dais
a los Cielos gloria
y a la tierra paz.
De aquestas montañas
decendiendo van
pastores cantando
por daros solaz.
Niño de mis ojos,
ea, no haya más,
que si llora el Cielo,
¿quién podrá cantar?
Lope de Vega
sábado, diciembre 24, 2005
El Papa Benedicto XVI nombra al riojano José María Yanguas obispo de la diócesis de Cuenca
BIOGRAFÍA |
26 de octubre de 1947: Nace en Alberite, en el seno de una familia modesta. |
La Conferencia Episcopal hacía ayer pública la noticia cuando el protagonista del día se encontraba viajando desde Roma a La Rioja para pasar las fiestas navideñas en la casa familiar.
Tras llegar anoche a Logroño en autobús, éste diario habló con él en su domicilio logroñés: «Soy una anomalía, pues entre los muchos y buenos sacerdotes de esta Diócesis riojana Su Santidad me ha elegido a mí». Con sorna añadía que «le sugeriría al Santo Padre que eligiese a otro cura riojano». Sobre su destino pide para sí mismo «la fidelidad sin límites que sabe de los fieles de Cuenca».
Por su parte, el Obispado de Calahorra y La Calzada-Logroño agradecía al Santo Padre la elección de un sacerdote riojano y pedía al Señor, «por intercesión de Santa María de Valvanera», que ayude al prelado a desempeñar el nuevo cargo.
José María Yanguas ingresó en el Seminario Conciliar de Logroño con tan sólo 12 años, en 1959, donde fue nombrado sacerdote en junio de 1971. Su primera Eucaristía la celebró en la parroquia de Alberite.
Sus familiares le describían ayer como un «estudioso, un trabajador y un fuera de serie». Lo cierto es que ha publicado numerosos libros religiosos y habla francés, inglés, italiano y alemán. También ejerció la docencia en la Universidad de Navarra, donde recibió los títulos de doctor en Teología y en Filosofía y Letras. Desde allí, partió a Roma en 1989 para ponerse al servicio de la Santa Sede, labor que hasta ahora ha desempeñado. Su conocimiento del alemán le permitió traducir uno de los libros del entonces cardenal Ratzinger.
Se espera que José María Yanguas Sanz sea consagrado obispo y tome posesión del cargo al frente de la diócesis de Cuenca en los próximos tres meses.
Una vieja especie: el opinador
Me llegó esto muy oportunamente:
En aras de la libertad
¿Es que acaso no tengo libertad para opinar? dirá nuestro personaje. Y darán ganas de responderle: libertad sí que tienes, lo que te falta es cabeza; porque la libertad, sin más, no asegura el acierto.
Pertenecer al sector crítico y contestatario es para esas personas la mismísima cima de la objetividad.
Es cierto, indudablemente, que la crítica puede hacer grandes servicios a la objetividad. Pero la crítica, para ser positiva, ha de atenerse a ciertas pautas. Detrás de una actitud de crítica sistemática suelen esconderse la ignorancia y la cerrazón. Si hay algo difícil en la vida es el arte de valorar las cosas y hacer una crítica. No se puede juzgar a la ligera, sobre indicios o habladurías, o sobre valoraciones precipitadas de las personas o los problemas.
La crítica debe analizar lo bueno y lo malo, no sólo subrayar y engrandecer lo negativo. Un crítico no es un acusador, alguien que se opone sistemáticamente a todo. Para eso no hacer falta pensar mucho, bastaría con defender sin más lo contrario a lo que se oye, y eso lo puede hacer cualquiera sin demasiadas luces. Además, también es muy cómodo atacar a todo y a todos sin tener que defender ellos ninguna posición, sin molestarse en ofrecer una alternativa razonable —no utópica— a lo que se censura o se ataca.
Cuando la verdad no dinteles
Además, quienes están todo el día hablando mal de los demás, tienen que amargarse ellos también un poco la vida. Parece como si vivieran proyectando su amargura alrededor. Como si de su desencanto interior sobrenadaran vaharadas de crispación que les envuelven por completo. Les disgusta el mundo que les rodea, pero quizá sobre todo les disgusta el que tienen dentro. Y como son demasiado orgullosos para reconocer culpas dentro de ellos, necesitan buscar culpables y los encuentran enseguida.
Alfonso Aguiló
Monseñor José Mª Yanguas Sanz, nuevo Obispo de Cuenca
La diócesis de Cuenca estaba vacante por traslado de Mons. Ramón del Hoyo López a la diócesis de Jaén, cuyo nombramiento tenía lugar el pasado 19 de mayo y de la que tomó posesión el 2 de julio. Mons. del Hoyo estaba al frente de la diócesis conquense desde 1996, desde julio como administrador apostólico.
Mons. José María Yanguas Sanz nació el 26 de octubre de 1947 en Alberite (La Rioja), diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño. En 1971 terminó los estudios eclesiásticos en el Seminario de Calahorra. Es doctor en Teología (1978) y en Filosofía y Letras (1991) por la Universidad de Navarra. Fue ordenado sacerdote el 19 de junio de 1971 para la diócesis de Calahorra.
El Obispo electo de Cuenca comenzó su ministerio sacerdotal como colaborador en varias parroquias de Logroño, entre 1971 y 1972. Desde este último año y hasta 1989 se dedicó a la docencia en la Universidad de Navarra. Fue profesor de Teología para los universitarios de las Facultades Civiles, de 1972 a 1976; profesor adjunto de Teología Dogmática, de 1976 a 1981; profesor adjunto de Teología Moral, de 1981 a 1989; y miembro de la “Dirección de Investigación” de la Facultad de Teología, de 1988 a 1989. Esta labor docente la compaginó con la colaboración pastoral en la parroquia S. Nicolás en Pamplona durante el año académico y en varias parroquias de Logroño durante las vacaciones de verano.
Desde el año 1989 Mons. Yanguas Sanz está al servicio de la Santa Sede, primero como agregado, y luego, desde 2001, como jefe de oficina de la Congregación para los Obispos. El 20 de abril de 2001 fue nombrado Prelado de Honor de Su Santidad.
viernes, diciembre 23, 2005
El Opus Dei más allá de los mitos
No parece que se haya enterado de mucho o tiene malas explicaderas.
Investigación del vaticanista John L. Allen
ROMA, jueves 22 de diciembre 2005 (ZENIT.org).- Acaba de publicarse la primera investigación periodística en forma de libro sobre el Opus Dei que intenta separar los hechos de la ficción.
El volumen lleva por título «Opus Dei, una mirada objetiva detrás de los mitos y la realidad de la fuerza más controvertida en la Iglesia católica» («Opus Dei, An Objective Look Behind the Myths and Reality of the Most Controversial Force in the Catholic Church»).
Por primera vez, un periodista norteamericano ha podido adentrarse en los entresijos de esta organización. John L. Allen, vaticanista de la revista «National Catholic Reporter», ha dedicado un año a entrevistar a personas del Opus Dei en Italia, España, Kenia, Estados Unidos, Perú y otros países.
El periodista ha hablado también con antiguos miembros del Opus Dei. El resultado son cuatrocientas páginas en las que este corresponsal en el Vaticano, que también colabora con los canales de televisión BBC y CNN, dibuja un cuadro general del Opus Dei, la fuerza «más misteriosa y controvertida en la Iglesia católica».
Los temas tratados van desde la separación entre hombres y mujeres hasta el uso del cilicio o las finanzas de la organización.
El libro ha sido publicado en Estados Unidos por Doubleday y en Inglaterra por Penguin. Ya se ha traducido al portugués y al coreano y pronto saldrán traducciones a varios idiomas, incluido el castellano.
--Entonces, el Opus Dei no es tan malo como parecía, constata usted. ¿Es esta la idea general de su libro?
--Allen: El objetivo de mi libro es ser tan objetivo como sea posible en un tema que realmente no se caracteriza por una discusión objetiva. La idea es separar los hechos de la ficción, ofreciendo las herramientas para que tenga lugar una discusión racional, que se base en los hechos y en la realidad, y no en los mitos o los estereotipos.
No era mi intención «convertir» a los lectores a cualquier posición particular sobre el Opus Dei, y mi experiencia es que la mayoría de las personas que han leído el libro siguen sin haber cambiado sus impresiones fundamentales, pero quizá se sienten un poco más informadas, y menos alarmadas.
Por otro lado, dado que el Opus Dei tiene una imagen muy negativa en algunos sectores, cualquier comparación seria de esa imagen con la realidad hará que el grupo inevitablemente parezca más humano, menos nefasto de lo que algunos creían previamente.
Por hablar de números, el Opus Dei tiene en el mundo 85 mil miembros, es decir, aproximadamente el número de fieles de la diócesis de Hobart, en la isla de Tasmania, Australia. El grupo también cuenta con 164 mil «cooperadores», gente que apoya, en su mayoría mujeres.
Fuera de España, dónde nació el Opus Dei en 1928, representa un diminuto --casi invisible-- fragmento de la comunidad católica; en los Estados Unidos, por ejemplo, hay tres mil miembros aproximadamente en una población católica total de 67 millones.
Los activos totales del Opus Dei --es decir, el valor físico de todos los recursos registrados como «obras corporativas» del Opus Dei-- rondan en torno a los 2.800 millones de dólares estadounidenses.
Si sirve de comparación, la General Motors en el año 2003 declaró activos equivalentes a 455 mil millones de dólares. Incluso para el estándar católico, los activos del Opus Dei no son demasiado impresionantes. En 2003, la archidiócesis de Chicago declaró 2.500 millones de dólares. Los Caballeros de Colón, organización de laicos católicos en Estados Unidos, gestionan un programa de seguros que por sí solo está valorado en 6 mil millones de dólares.
En cuanto al poder, el Opus Dei no tiene más que unos 40 de los más de 4.500 obispos católicos del mundo, incluyendo dos cardenales, y unos 20 de los 2.500 empleados en la Curia romana, con un solo jefe de dicasterio vaticano.
En realidad, la influencia del Opus Dei dentro del catolicismo es más limitada de lo que muchos imaginan. Por cada batalla que han ganado los miembros del Opus Dei en el Vaticano a lo largo de los años, hay otras que han perdido.
A pesar de ser una máquina de reclutamiento apreciada, el porcentaje de crecimiento del Opus Dei es bastante bajo. Mundialmente agregan aproximadamente 650 miembros por año, y en algunos lugares están prácticamente estancados. En los Estados Unidos, el Opus Dei se mantiene con unos tres mil miembros desde los años ochenta.
Todo esto da a entender que el Opus Dei no es tan imponente como algunos mitos harían creer. Irónicamente, las personas más determinadas para creer en el poder oculto del Opus Dei generalmente no son sus miembros, sino sus críticos, que ven en su estructura modesta una máscara de inmensa influencia inadvertida.
--El dinero, el poder, la mortificación, el «Octopusdei»... la mayor parte de su libro intenta «purificar» el misterio alrededor del Opus Dei. ¿Piensa que lo ha logrado?
--Allen: Yo no soy tan ingenuo para creer que los perjuicios y teorías de conspiración que se han formado en setenta años van a derrumbarse de la noche a la mañana con este libro. Lo que espero, sin embargo, es que la verdadera información proporcionada en el libro, en buena parte publicada por primera vez, represente un punto de partida para la discusión futura.
Hay un debate legítimo que debe ser tenido en cuenta sobre algunos aspectos de la cultura interna y sobre la vida práctica del Opus Dei, y según mi experiencia esa cuestión se está debatiendo, en primer lugar, dentro del propio Opus Dei.
La pregunta de cómo el Opus Dei podría hacerse más transparente sin comprometer su propia identidad, por ejemplo, es un punto sumamente razonable para afrontar. El Opus Dei debe comprender cada vez mejor que no sólo tiene una responsabilidad ante sí mismo y ante la memoria de san Josemaría Escrivá, sino más ampliamente ante la Iglesia católica, y por tanto debería hacer lo posible para responder a preguntas y dudas legítimas.
Al mismo tiempo, el Opus Dei también ha sido un imán para algunas de las acusaciones y especulaciones más salvajes a lo largo de los años, y espero que el libro ayude a aclarar esas tergiversaciones para que tenga lugar una discusión más productiva.
--Al leer su libro, resulta que el Opus Dei no tiene tanto poder ni influencia como parece. ¿Por qué entonces esta controversia y el aura misteriosa que se ha creado a su alrededor?
-Allen: Para mí, esta es la grande y única pregunta sobre el Opus Dei: ¿Qué hizo este grupo relativamente pequeño, con una riqueza e influencia modestas, para convertirse en el coco de la imaginación católica? Yo pienso que la respuesta es compleja y se basa al menos en cuatro factores:
1) El Opus Dei creció en la España franquista, con lo cual se le ha asociado durante mucho tiempo al fascismo español;
2) El Opus Dei y los Jesuitas entablaron una feroz «guerra de frontera» por las vocaciones jóvenes en España en los años treinta, generando una rivalidad que ha perseguido al Opus Dei dondequiera que vaya, a causa de la extensa red mundial de los Jesuitas;
3) Tras el Concilio Vaticano II, el Opus Dei se convirtió en un símbolo de los forcejeos más amplios dentro del catolicismo entre la izquierda y la derecha;
4) En la era de Juan Pablo II, el Opus Dei recibió un favor papal considerable, generando envidia en algunos sectores y la oposición ideológica en otros. En otros términos, el Opus Dei representa un tipo de «tormenta perfecta», en la que una combinación de factores históricos y políticos chocó para que se atribuyera a este grupo un status mítico que no se justifica por su perfil sociológico real.
--Si yo fuera del Opus Dei le agradecería sin duda alguna su libro. ¿Ha recibido muchos mensajes en este sentido?
--Allen: He tenido noticias de varios miembros del Opus Dei que agradecen lo que ven como un trato relativamente equilibrado en el libro.
Otros, sin embargo, no están contentos con lo que ven, por considerar que me centro excesivamente en las controversias que circundan al Opus Dei. Sienten al Opus Dei como su familia, y siempre es doloroso oír acusaciones contra seres queridos, aun cuando se les dé el trato más equilibrado del mundo.
Diría que he recibido la misma reacción de los críticos del Opus Dei. Algunos sienten que el libro dio la voz justa a sus preocupaciones, mientras que otros, convencidos de que el Opus Dei es peligroso, sienten que no he ido lo suficientemente lejos a la hora de presentar sus errores.
Esta reacción ilustra desgraciadamente la fuerte polarización de buena parte de la polémica sobre el Opus Dei.
--Usted piensa que personalmente no encaja en la estructura del Opus Dei: ¿se ha percatado ahora después de su investigación, o ya lo sabía?
--Allen: Como periodista, por una cuestión de principios, no formo parte de grupos dentro de la Iglesia, porque necesito conservar mi imparcialidad.
Por esa razón, nunca me he planteado seriamente la cuestión de mi adhesión al Opus Dei o a cualquier otro grupo. Las más de trescientas horas de entrevistas y viajes a ocho países que he realizado para redactar este libro me han dejado claro que, si decidiera pasar a formar parte de un grupo católico, ciertamente éste no sería el Opus Dei.
No se trata de falta de respeto o de que tenga miedo del Opus Dei; al contrario, he acabado admirando a la mayoría de las personas que he encontrado en el Opus Dei, y en general me pareció que su compañía era altamente estimulante y agradable. Sin embargo hay un «programa diario de vida» para los miembros del Opus Dei, y una serie de expectativas sobre la asistencia a acontecimientos etc. que me parecería agobiante.
Yo soy un clásico «hijo único», en el sentido de que me gusta controlar mi tiempo y mi espacio. No me gusta que nadie me ponga horarios, o que me diga cuándo tengo que rezar, o cómo.
Permítame ser claro: ésta es una cuestión de gusto personal. Admiro el compromiso que veo en los miembros del Opus Dei, y mi percepción es que la mayoría están sumamente satisfechos con sus experiencias.
ZS05122207
«Los miembros del Opus Dei no somos ni ángeles ni demonios»
ROMA, jueves, 22 diciembre 2005 (ZENIT.org).- El responsable de la relación con periodistas internacionales del Opus Dei en Roma, Marc Carroggio, reconoce que «está satisfecho» por el libro el periodista vaticanista John L. Allen acaba de publicar: «Opus Dei, una mirada objetiva detrás de los mitos y la realidad de la fuerza más controvertida en la Iglesia Católica», editado por el momento en inglés («Opus Dei, An Objective Look Behind the Myths and Reality of the Most Controversial Force in the Catholic Church»), portugués y coreano.
Marc Carroggio comenta con Zenit que este es el primer libro que compara desapasionadamente los «mitos» sobre la Obra (nombre con el que se conoce el Opus Dei) y la realidad.
El libro, editado por Doubleday, es un reportaje periodístico, aclara este portavoz, y afirma que «el autor ha comprendido bien la naturaleza del Opus Dei».
En esta entrevista Marc Carroggio desvela la motivación principal de los miembros del Opus Dei: «seguir un ideal espiritual que nos entusiasma» y más allá del mito que envuelve a esta organización constata: «somos gente de carne y hueso, con errores y aciertos».
--Estarán ustedes contentos, este libro desmonta todos los tópicos acerca del Opus Dei.
--Carroggio: He trabajado en la Oficina de información de Roma mientras John L. Allen escribía este libro. No puedo negar que estoy satisfecho, y no me refiero tanto al resultado como al método.
Pienso que el autor aporta muchos datos, después de invertir cientos de horas en recoger informaciones y opiniones de todo género; sitúa los datos en su contexto, de manera que se pueden entender los porqués de muchas actuaciones; ha escuchado todas las campanas y ha tratado con respeto a todos los campaneros; y, por último, deja que el lector llegue libremente a sus propias conclusiones.
Pienso que son cualidades muy apreciables en un libro de este estilo. Los tópicos son obstáculos al diálogo y al debate desapasionado.
En este sentido, cualquier esfuerzo por desmontar falsos clichés es positivo.
Las comparaciones son odiosas, pero no puedo dejar de señalar que el autor del Código Da Vinci no ha estado nunca en un centro del Opus Dei, y que yo sepa no ha hablado nunca con una persona del Opus Dei.
El retrato que pinta de la Obra en el Código existe sólo en su imaginación. Pienso que el trabajo de Allen puede servir para que muchos lectores de esa novela, que no conocen el Opus Dei de primera mano, se den cuenta de que no somos «ni ángeles ni demonios». Somos gente de carne y hueso, con errores y aciertos, con defectos y con deseos de seguir un ideal espiritual que nos entusiasma.
--El autor ha tenido acceso --y lo explica-- a documentos que no están al alcance del público. Ha estado en centros del Opus Dei para numerarios, ha entrevistado a decenas de personas de la Obra, se ha imbuido de lo que significa «ser del Opus Dei». Según usted, para comprender mejor el Opus Dei, ¿qué le faltaría?
--Carroggio: Pienso que el autor ha comprendido bien el Opus Dei, la naturaleza de su mensaje, las razones de sus propuestas, la forma de vida de sus fieles: nuestros ideales y también nuestras limitaciones.
Este libro es un reportaje periodístico, no una tesis de teología ni un tratado de historia de la Iglesia. Su enfoque es más bien sociológico, aunque presta gran atención a la dimensión espiritual. El propio autor subraya que su propósito no es explicar de modo exhaustivo el Opus Dei, sino comparar los mitos con la realidad.
En consecuencia, dedica mucho espacio a asuntos que son relativamente secundarios en la vida del Opus Dei, pero que han sido objeto de atención de los medios de comunicación, sobre todo en Estados Unidos.
En ese sentido, cabría decir mucho más sobre la experiencia espiritual que representa pertenecer al Opus Dei y sobre la motivación profunda que lleva a seguir este camino de búsqueda de la santidad en medio del mundo: la conciencia de la propia vocación cristiana, el deseo de imitar a Jesucristo precisamente en el trabajo, la familia y la vida ordinaria.
En una institución de la Iglesia, los aspectos personales, existenciales, son más importantes que los esquemas organizativos o las cuestiones de imagen.
--Para su investigación, John L. Allen ha dado voz también a antiguos miembros del Opus Dei. ¿Le parece que ha dado demasiado espacio a estos testimonios?
--Carroggio: El libro es un reportaje periodístico, no una reflexión sobre cuestiones de principio. Es el resultado de un gran número de entrevistas con personas en diferentes situaciones. En este tipo de trabajos, es el propio periodista quien determina el equilibrio entre las fuentes. Yo respeto su decisión, que me parece del todo legítima.
Personalmente, pienso que el autor explica bien que estas críticas tienen una naturaleza diferente de las que proceden, por así decir, de la fantasía de escritores de novelas. Es fácil demostrar que el Opus Dei no está detrás de las oscuras operaciones de complot que se le atribuyen (me ahorro los ejemplos, para no alargarme).
Pero cuando se trata de una persona que tiene una experiencia negativa, la cuestión cambia. Ante una herida, un dolor, un mal recuerdo, no cabe un desmentido. Ya no estamos ante un problema sólo de verdades y mentiras. Ante una experiencia negativa, es preciso expresar respeto, compartir el dolor, aunque a veces no se comparta la interpretación de los hechos.
Es cierto que los fieles del Opus Dei viven su entrega a Dios con plena libertad, y que esa entrega les ayuda a experimentar la felicidad, una felicidad relativa dentro de lo que es posible en este mundo.
Por eso, la inmensa mayoría de los hombres y mujeres que se acercan a los centros de la Obra guardan afecto de por vida. Pero no siempre es así, y no me parece negativo, al contrario, que un libro como el de John L. Allen se haga eco de esos casos que considero excepcionales.
Cuando el autor preguntó al Prelado por esta cuestión, monseñor Echevarría dijo que a las personas que no se han sentido bien tratadas, les pedimos perdón de todo corazón. Como usted puede comprender, yo no tengo nada que añadir.
--¿Le gustaría una «segunda parte» de este libro?
--Carroggio: Cada libro es único. Ésa es su fuerza, me parece. Aunque el libro de John L. Allen no es sólo un libro sobre controversias, en él pesan mucho las polémicas. En mi opinión, trata las cuestiones controvertidas de modo respetuoso y ofrece datos empíricos más que explicaciones de parte o ideológicas.
Además, el autor hace un esfuerzo por resumir algunos rasgos esenciales del Opus Dei: filiación divina, libertad, santificación del trabajo y de la vida ordinaria, etc.
Me gustaría que un futuro libro desarrollara más estos aspectos, pero precisamente en forma de reportaje periodístico: un libro que consiguiera contar con frescura la experiencia de la vida cristiana en medio del mundo. El recurso admirable que suponen la fe y la oración para la vida ordinaria, también en los trances más difíciles, como la enfermedad física o psíquica, la pérdida del trabajo o la muerte de un ser querido. Hay mucha historia que contar.
ZS05122206
miércoles, diciembre 21, 2005
martes, diciembre 20, 2005
lunes, diciembre 19, 2005
Las perlas del Pacífico
Carmelitas descalzas de Santa Teresa
Embalar los regalos de antaño
Qué preciosa reacción la de ese muchachito. Le parecía muy hermoso poder abrir el paquete de regalo. Quería volver a experimentar la sensación de gozo que tuvo la última Navidad, al abrir su regalo. ¿No podríamos aprender algo de este hecho? ¿No podríamos aprender algo de este muchachito de cuatro años? A veces –dice San Benito en su Regla– Dios nos habla por los más jóvenes.
En medio de nuestra vida ordinaria y rutinaria ¿no sería bueno volver a recordar y revivir el gozo de lo que ya poseemos: una amistad, una ayuda, el amor generoso donado con ilusión y para siempre? Todo, en nuestra vida, ha sido, y es un regalo; pero quizás no lo saboreamos como tal, y nos hemos acostumbrado, y hemos perdido la ilusión y el asombro ante la vida, y ya no nos maravillamos ante las cosas, ni ante las personas, ni ante casi nada. La rutina nos ha arrebatado nuestros ojos de niño, y los ha cubierto con unas tremendas dioptrías, que ningunas gafas pueden corregir. La Navidad que se aproxima, con el misterio admirable del Dios Niño y la Luz de su estrella, puede devolvernos unos ojos nuevos: la mirada de la fe, que lo ve todo, hasta lo más sencillo y corriente, con asombro agradecido, como un regalo maravilloso.
Regalo es, el encuentro de unos novios, el amor de los esposos. Regalo es la sonrisa del nieto a los abuelos cuando empieza a caminar. Regalo es la amistad cálida y fiel. Regalo es el vecino que está siempre dispuesto a echar una mano sin pedir nada a cambio. Regalo es el sol, el aire que respiramos, las montañas y las llanuras junto a las que habitamos. Regalo es la salud, y comer en paz el pan de cada día. Hasta la enfermedad, mirada con los ojos de la fe, puede ser un regalo espiritual, que nos ayude a volver a Dios, a poner en él nuestra confianza, a quitarle importancia a otras cosas que antes nos hacían sufrir.
¿Por qué no volver a embalar los viejos regalos, y abrirlos, contemplándolos con ojos nuevos? Una buena ocasión para recordar, para celebrar, para mirarse a los ojos, es el aniversario del nacimiento o de la boda, la fiesta de Navidad o de Reyes.
Magnífica ocasión para volver al manantial, al origen de la alegría, de la felicidad, del amor... Y quizá, también para olvidar que ya no tenemos regalos nuevos que ofrecernos. También para volver a aprender que Dios es el regalo más hermoso de la vida.
Con mi afecto y bendición,
+ Juan José Omella Omella
Obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño
sábado, diciembre 17, 2005
Iglesia, Estado y subvenciones
Cuando los socialistas alemanes llegaron al poder, se les planteó el problema de subvencionar o no a las Iglesias (también a la protestante). Como eran gente seria, responsable y no sectaria llegaron rápidamente a un acuerdo: «El Estado alemán -dijeron- no tiene dinero suficiente para hacer la tarea que con cuatro marcos hacen las Iglesias». Espero que nuestros socialistas tomen nota de lo que unas personas inteligentes decidieron.
Pedro Trevijano
viernes, diciembre 16, 2005
La batalla de la vida: Documental
¿Te gustaría conocer qué ocurre detrás del oscuro mundo del aborto?
En este documental se trata de investigar qué ocurre detrás de este mal social: la soledad de la mujer que se queda embarazada sin esperarlo o desearlo, el síndrome postaborto, cuando comienza la vida, los intereses internacionales para promover el aborto, etc. Hablan expertos en las distintas materias que se tratan: psiquiatra, bióloga, médico, voluntarias de ayuda a madres que han abortado o que piensan hacerlo, historiador, periodista, abogado, madres de hijos con diagnostico problemático...
“La batalla de la vida
Un reto para la humanidad.
Las prácticas de finalización de embarazos se cobran al año 75 millones de vidas fetales en todo el mundo, según la OMS.
Los programas institucionales de eugenesia (eliminación selectiva de fetos con alteraciones) son ya una realidad.
Fármacos embriocidas, como la píldora del día siguiente, son profusamente utilizados, a menudo, con desconocimiento de su mecanismo de acción.
Estas y otras tecnologías, desarrolladas en el último cuarto del siglo XX, plantean a la Humanidad una cuestión vital:
¿Vamos a respetar la vida humana desde su inicio?
Según recientes investigaciones, millones de jóvenes sufren ya, consciente o inconscientemente, las consecuencias psicológicas de una decisión profundamente contraria a la naturaleza humana.
Diferentes intereses toman partido en esta cuestión y numerosas informaciones clave eran sistemáticamente silenciadas, permaneciendo ocultas para la opinión pública.
Sin embargo, cada vez son más las voces que se atreven a pedir respeto por la vida humana, aportando nuevas alternativas a los problemas biomédicos, psicológicos, sociales y políticos.
La respuesta marcará el futuro de muchas personas.
Es un problema actual y depende de nosotros.
¿Es importante respetar la vida prenatal?
Pedidos en: florecilla.com
martes, diciembre 13, 2005
El desarrollo no se estudia: se realiza por medio de la entrega personal
El Programa "Acción Social en Kimbondo", uno de los barrios periféricos de Kinshasa, es una iniciativa promovida por mujeres del Opus Dei. "No teníamos prácticamente medios, excepto un poco de sentido común y espíritu cristiano. Debíamos hacer algo para elevar el nivel de vida de 12.000 personas de la zona, sobre todo de las mujeres" afirma Nelly Tshela, una joven congoleña, licenciada en derecho, que dirige el Programa de Acción Social en Kimbondo, uno de los barrios periféricos de Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo. Los promotores del proyecto, nacido hace 10 años, se han inspirado en las enseñanzas de san Josemaría Escrivá de Balaguer sobre la santificación de las estructuras temporales por medio del trabajo ordinario. "Un hombre o una sociedad que no reaccionen ante las tribulaciones e injusticias no son un hombre o una sociedad a la altura del amor del Corazón de Cristo" afirmaba el fundador del Opus Dei. La directora del programa describe así el método utilizado para mejorar la condición de la mujer: "Hay que promover el sentido común en cada mujer que ayudamos. Por medio del diálogo, hablando de los problemas, se aprende cómo trabajar; se descubren nuevos horizontes. En particular, ofrecemos cursos de costura y artesanía. También hemos trabajado en el campo agrícola. También ofrecemos lecciones de doctrina católica y moral a quien lo desea y las mujeres tienen la posibilidad de recibir atención pastoral de los sacerdotes de la Prelatura del Opus Dei”. | |||||
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Fundación Brafa, deporte y cultura
Con las iniciales de los cinco primeros deportes que se practicaron —B de baloncesto, R de remo, A de atletismo, F de fútbol y A de alpinismo— se dio nombre a BRAFA, obra corporativa del Opus Dei. Corría el año 1954 en la Bordeta. Ahora, en Nou Barris, casi dos mil jóvenes practican algún deporte y realizan actividades académicas y sociales. Texto extraído de ABC (José Antonio Lorén)
En 1972, Pau Negre «nos planteó construir una piscina y que la gestionáramos, lo que aceptamos de forma provisional, dos, tres años, porque no es nuestra filosofía, pero participamos mucho en el proyecto y es la primera Escuela de Natación que ha habido en Barcelona. Fue innovadora porque tiene 1´35 de profundidad, que es suficiente porque lo importante era enseñar y practicar cuando entonces se hacían profundísimas, con mantenimientos tremendos por el waterpolo, etcétera». Brafa la gestionó durante cuatro años, «ayudamos a que esta zona se repoblara deportivamente. Por BRAFA han pasado unos 14.000 niños a partir de cinco años, todos han recibido educación deportiva básica, luego se han dispersado, han ido a clubes de competición, muchos jugadores, árbitros y profesores del INEF dicen "he sido alumno de Brafa", el director técnico actual, Bienvenido Gómez, lo fue». | |||||
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jueves, diciembre 08, 2005
Inmaculada Concepción de María
Inmaculada Concepción de María
«Toda verdad nos pertenece», decía San Atanasio, en tiempos en que los cristianos no temíamos encontrar en cada palabra, aún la que aparecía casi contraria a nuestro Dios, el punto en el que esa palabra era también un eco de la Palabra Eterna, Dios mismo.
Retomar, no esos tiempos -lejanos para nosotros- sino el impulso evangelizador de ser capaces de ver en todo, el punto de fuga, el punto de trascendencia que acerca cualquier realidad a la realidad de nuestro Dios, en el que cualquier palabra dice la Palabra, la rodea, la evoca, la sugiere.
Con un poema no escrito para la Virgen, no escrito por quien esperaríamos que dedicara su obra poética a la Virgen, queremos honrar el lugar sin mancha y luminoso donde será concebida la Luz del mundo...
Menos tu vientre |
todo es confuso. |
Menos tu vientre |
todo es futuro |
fugaz, pasado |
baldío, turbio. |
Menos tu vientre |
todo es oculto, |
menos tu vientre |
todo inseguro, |
todo postrero. |
polvo sin mundo. |
Menos tu vientre | |
todo es oscuro, | |
menos tu vientre | |
claro y profundo. | |
Miguel Hernández, poeta |
martes, diciembre 06, 2005
De la Universidad de Málaga a un rincón de África
Un grupo de jóvenes malagueñas viajó a Kenia para iniciar una escuela y llevar asistencia médica a la población. Participar en actividades de un centro universitario del Opus Dei les ha ayudado a hacer algo importante por los más necesitados. Llegó cojeando a la choza que servía de improvisado ambulatorio, donde los estudiantes de Medicina se afanaban en prestar atención primaria a una lista interminable de pacientes en su mayoría niños. El pequeño sufrió una grave quemadura en el pie, cuando un trozo de carbón ardiendo se le coló en la bota de plástico que calzaba. Los casos más graves, como éste, se derivaban al hospital de Nairobi. “Sólo entrar al recinto ya cuesta dinero. Si te ve un médico, después tienes que pasar por caja, y si te entrega medicinas, la factura aumenta”. Carolina Fernández-Crehuet también cursa cuarto de esta licenciatura en la UMA, y relata otro de los casos que le llamaron la atención. “El bebé tenía malaria y fiebre muy alta. Le poníamos paños fríos en la frente y salía humo. No he visto nada igual en la vida”. Su dolencia remitió con una visita a una farmacia y seis euros. El precio del tratamiento. Su hermana Ana, que ya se había enrolado en la expedición, le propuso acompañarla y no lo pensó mucho. La experiencia ha sido tan impactante que ya están estudiando la manera de volver. “Vale la pena, se te pasan muchas tonterías”, asegura Marta. Carolina y Cristina planean estar un año cuando terminen la carrera de Medicina. Diario Sur // Texto de Ignacio Lillo01 de diciembre de 2005 | |||||||
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"Encontré a Dios en las pequeñas cosas de cada día"
Andrea de Souza es una profesora del colegio Sierra Blanca, un centro educativo malagueño inspirado en las enseñanzas de San Josemaría. Andrea nació en Inglaterra, de padre católico y madre anglicana. “Encontré a Dios en las pequeñas cosas de cada día” | |||
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