martes, diciembre 13, 2005

Fundación Brafa, deporte y cultura

Con las iniciales de los cinco primeros deportes que se practicaron —B de baloncesto, R de remo, A de atletismo, F de fútbol y A de alpinismo— se dio nombre a BRAFA, obra corporativa del Opus Dei. Corría el año 1954 en la Bordeta. Ahora, en Nou Barris, casi dos mil jóvenes practican algún deporte y realizan actividades académicas y sociales.


Texto extraído de ABC (José Antonio Lorén)


Brafa es una entidad sin ánimo de lucro cuyo objetivo es difundir en la sociedad, y principalmente entre la juventud, los valores deportivos y los educativos, con actividades académicas y sociales. Hablamos con Ignasi Taló, director, y Jaime Dalmau, gerente. Recuerdan que la entidad se constituyó en 1954, en "Las Palmeras", un pequeño campo de fútbol de la Bordeta: se crearon equipos de fútbol, baloncesto y hockey sobre patines pero hasta 1958 sin instalación propia; jugaban todos los equipos del barrio y se alquiló hasta 1969; pero en 1963 surgió la idea de la Escuela Deportiva, de intentar formar muchachos y fuimos por las casas a buscar chavales en una época en la que a las familias les costaba mucho que los niños practicaran deporte; se organizó —como ahora— un curso académico normal de septiembre a junio, con tres días semanales de entrenamientos y partidos, y un curso de verano, siguiendo un plan de formación.

El primer director fue Angel Luna, el único gimnasta que se salvó del trágico accidente aéreo en el que falleció Joaquín Blume y su equipo, porque a última hora no pudo viajar por lesión.

36 años en Nou Barris

En 1969 se tuvo que abandonar aquel terreno, «el propietario quiso construir casas. Nos planteamos entonces la disyuntiva de desaparecer o buscar otra zona. Juan Antonio Samaranch nos animó mucho y tras ardua búsqueda por distintas zonas recalamos en Nou Barris, entre La Guineuta, Roquetas y Canyelles; era un barranco impresionante, lo negociamos con el propietario, nos dio bastantes facilidades porque era zona de parque, deportiva, y lo planteamos al Ayuntamiento cuyo concejal de deportes era Pablo Negre, una gran persona, un caballero... Nos dijo que debíamos hacerlo porque la zona estaba deportivamente abandonada. Nos ayudaron y en julio de 1971 inauguramos con pabellón cubierto, campo de fútbol y dos pistas polideportivas descubiertas». Y «los alumnos venían hasta de Virrey Amat para hacer deporte y los cursos académicos».

En 1972, Pau Negre «nos planteó construir una piscina y que la gestionáramos, lo que aceptamos de forma provisional, dos, tres años, porque no es nuestra filosofía, pero participamos mucho en el proyecto y es la primera Escuela de Natación que ha habido en Barcelona. Fue innovadora porque tiene 1´35 de profundidad, que es suficiente porque lo importante era enseñar y practicar cuando entonces se hacían profundísimas, con mantenimientos tremendos por el waterpolo, etcétera». Brafa la gestionó durante cuatro años, «ayudamos a que esta zona se repoblara deportivamente. Por BRAFA han pasado unos 14.000 niños a partir de cinco años, todos han recibido educación deportiva básica, luego se han dispersado, han ido a clubes de competición, muchos jugadores, árbitros y profesores del INEF dicen "he sido alumno de Brafa", el director técnico actual, Bienvenido Gómez, lo fue».

La entidad comenzó como Agrupación Cultural y Deportiva Brafa, luego fue Escuela Deportiva Brafa, y hace ocho años se constituyó la Fundación.

El programa

«A partir de los seis años les enseñamos muy bien la preparación física sin especializarlos en un deporte concreto, porque la base es educar deportiva y mentalmente, luego ya eligen la especialidad que les gusta... y pronto alcanzamos los dos mil alumnos...». Recibida esta formación «aplicamos todo lo que se aprende con el deporte, a ser buenos compañeros, constantes, afrontar las situaciones con optimismo... y agradecen mucho la parte humana». Por esto también han colaborado, «figuras como Marcet, que fue vicepresidente y colaboró en plan amateur... Biosca bastante, Kubala fue profesor durante un curso y uno de sus hijos, "Laszlo" aún viene de vez en cuando aunque no puede practicar deporte por las rodillas».

Brafa ha dejado huella «no solo por lo que ha recibido deportivamente sino también por la calidad humana que ha encontrado y que les ha servido en su vida; aquel niño de barrio, con poco nivel intelectual pero que después ha estudiado una carrera, dice ahora que Brafa le ayudó a apuntar más arriba, a tener objetivos mas elevados"

«Liebre por gato»

Ignacio Taló puntualiza «solemos decir la frase "damos liebre por gato", porque además de deporte damos formación humana, intelectual...». Jaime Dalmau fue cuarenta años director y luego gerente, ahora Ignacio cumple la primera década en la dirección, «hay una estructura profesional, un patronato y hace ocho años se constituyó la Fundación Brafa creada para sostener esta estructura que no pretende lucrarse. Ahora, en 40.000 metros cuadrados, tenemos un campo de fútbol, uno de mini-fútbol, uno de fútbol-7, tres de fútbol sala, dos pistas de baloncesto, Pabellón cubierto, sala de mantenimiento, terreno abierto para preparación física en zona montañosa, aulas..., En una instalación deportiva es poco habitual que haya estudio y tenemos dos salas con profesores que atienden a los niños que practican deporte y quieren ir a las aulas por voluntad propia, no es que sus padres estén detrás»

Las clases teóricas dependen «del deporte que el alumno practica, reglamento, estrategia, fisiología, valores humanos, orden, sinceridad, obediencia... según la edad y siempre se explica el porqué, hacer entender el motivo de las cosas... El deporte por si solo no educa sino hay una intencionalidad o exigencia para dirigir esta educación, entonces la persona se siente receptora, el deporte es divertido, y bajo este concepto es estupendo, pero si dentro de la diversión hay la exigencia que comporta el espíritu de sacrificio, el esfuerzo, mejora y aumenta el nivel personal de autoexigencia, autoestima, y espíritu de servicio. Ahora los niños no lo tienen, y en el deporte, bien orientado, se pueden conseguir maravillas. Es la filosofía de Brafa».

Hay cuatrocientos alumnos de promedio, las cuotas son bajas, «y hay becas, nos importa mucho que alguna familia no venga por falta de medios, lo que aumenta al hacerlo la inmigración, por lo que hacemos una cuota personalizada ajustando precios con el principio de que nadie falte por cuestión económica. Y taxistas. Cuando libran tienen profesor, clase de preparación física, algunos acusan problemas de espalda, son de 25 a 70 años, y juegan un partido de fútbol recreativo, para pasarlo bien, algunos desde hace treinta años...

© 2005, Oficina de información del Opus Dei en Internet

No hay comentarios: