No lloréis, mis ojos;
Niño Dios, callad;
que si llora el Cielo,
¿quién podrá cantar?
Si de yelo frío,
Niño Dios, lloráis
turbaráse el Cielo
con tal tempestad.
Serenad los soles,
y el suyo podrá
deshacer los yelos
que os hacen llorar.
Cantarán los hombres
en la tierra paz,
que, si llora el Cielo,
¿quién podrá cantar?
Vuestra Madre hermosa,
que cantando está,
llorará también
si ve que lloráis.
O es fuego, o es frío
la causa que os dan;
si es amor, mis ojos,
muy pequeño amáis.
Enjugad las perlas,
nácar celestial,
que si llora el Cielo,
¿quién podrá cantar?
Los ángeles bellos
cantan que les dais
a los Cielos gloria
y a la tierra paz.
De aquestas montañas
decendiendo van
pastores cantando
por daros solaz.
Niño de mis ojos,
ea, no haya más,
que si llora el Cielo,
¿quién podrá cantar?
Lope de Vega
domingo, diciembre 25, 2005
Pastores de Belén
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