lunes, septiembre 05, 2005

Estatua de San Josemaría en la Basílica de San Pedro


El 30 de agosto ha sido colocada en el exterior de la Basílica de San Pedro una estatua de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. Video

La talla en mármol, de unos 5 metros de altura, se aloja en una hornacina situada en la fachada del transepto izquierdo de la Basílica, también llamado brazo de San José, muy cerca de la entrada a la Sacristía. Las hornacinas de esta zona de la Basílica fueron destinadas por Juan Pablo II a esculturas de santos y fundadores de nuestro tiempo.

La estatua de San Josemaría se sitúa junto a otras del mismo tamaño, entre las que se encuentran las de San Gregorio, fundador de la Iglesia Armena (esculpida por el armeno Khatchik Kazandjian); de Santa Teresa de los Andes, carmelita (realizada por Juan Eduardo Fernández Cox, chileno); de San Marcelino Champagnat, fundador de los Hermanos Maristas (del artista Jorge Jiménez Deredia, costarricense).
La imagen de San Josemaría es obra del escultor italiano Romano Cosci, que ha trabajado sobre un solo bloque de mármol, durante más de un año. En 2002, Cosci realizó otra escultura para la fachada de la basílica vaticana: la de la santa española Josefa del Corazón de Jesús, que se encuentra en la entrada de las grutas vaticanas.
En el Vaticano existen más de 150 esculturas de santos, incluyendo las del Colonnato. El sentido de esa serie de estatuas es recordar que la Iglesia se embellece con la vida de los santos, que son modelo y estímulo para los cristianos.


En el proceso de elaboración de la escultura de San Josemaría, Romano Cosci se ha inspirado en unas palabras de nuestro Señor Jesucristo, recogidas en los Evangelios, frecuentemente meditadas por el fundador del Opus Dei: si exaltatus fuero a terra, omnes traham ad meipsum. "Cuando sea levantado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí".
San Josemaría se refirió en diferentes ocasiones a estas palabras. Por ejemplo, en 1968 afirmaba: "Desde hace muchísimos años, desde la misma fecha fundacional del Opus Dei, he meditado y he hecho meditar unas palabras de Cristo que nos relata san Juan: Et ego, si exaltatus fuero a terra, omnia traham ad meipsum (Juan 12, 32). Cristo, muriendo en la Cruz, atrae a sí la Creación entera, y, en su nombre, los cristianos, trabajando en medio del mundo, han de reconciliar todas las cosas con Dios, colocando a Cristo en la cumbre de todas las actividades humanas (Entrevista publicada en L'Osservatore della Domenica, Ciudad del Vaticano, mayo-junio 1968).
La creación de Cosci representa a San Josemaría revestido de los ornamentos sacerdotales para celebrar la Santa Misa, con los brazos ligeramente abiertos. En la parte inferior están tallados los escudos papales de Juan Pablo II y Benedicto XVI, con quienes se comenzó y acabó respectivamente el trabajo. A los pies del santo, dos ángeles (el Opus Dei fue fundado en la festividad de los Santos Ángeles Custodios): uno de ellos presenta a San Josemaría un libro abierto, con el versículo antes mencionado.

El vídeo se ha preparado para internet gracias a la colaboración técnica del Centro Elis. Para verlo es necesario tener instalado el programa gratuito: http://www.realplayer.com/ Se puede colaborar en la producción de material audiovisual con donativos a: http://www.elis.org/

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