Fracaso de la ONU, total y completo
HOLLOW ROCK, TENNESSEE.- El mundo estaba lleno de esperanzas en el otoño del año 1945 cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) comenzó su misión de lograr la paz en un mundo desolado por la guerra, la Segunda Guerra Mundial.
En su misión la Organización de las Naciones Unidas ha fracasado miserablemente, convirtiéndose más bien en un laberinto burocrático, corrompido, arrogante, en busca de poder.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, declaró recientemente que la guerra de Estados Unidos en Irak es “ilegal”. Annan no parece entender o aceptar que la legalidad de las operaciones militares de Estados Unidos depende de una decisión del Congreso de este país y no de lo que las Naciones Unidas diga o piense.
Si la ONU hubiera hecho cumplir sus resoluciones con respecto a Irak, probablemente Estados Unidos no hubiera tenido que invadir a ese país.
La ONU se ha vuelto totalmente ineficaz para el mundo.
¿Por cuánto tiempo esta hinchada institución ha estado discutiendo, debatiendo y posponiendo toda acción para acabar con la matanza de gente inocente en Sudán por parte de algunos agentes del Gobierno?
Por cierto, que se trata del mismo Gobierno que fue escogido para formar parte de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en el año 2001, mientras que Estados Unidos era sacado de la comisión.
Si la ONU es eficiente en alguna cosa, eso es encubriendo y ocultando la corrupción. El mejor ejemplo es el programa Petróleo por Alimentos en Irak que se manejaba directamente desde la oficina del Secretario General, Kofi Annan, desde 1997.
La ONU había ignorado las acusaciones de corrupción antes de la caída de Saddam Hussein y fue sólo después de la llegada de tropas norteamericanas a Irak que se consiguieron montañas de documentos demostrando la magnitud del fraude.
No menos de diez mil millones de dólares fueron a parar a las manos de Saddam Hussein y sus compinches, como también a las de altos funcionarios de la ONU, de Francia, Rusia y Alemania.
Parece que las bombas y las balas utilizadas por los terroristas en Irak fueron compradas con el dinero fraudulento del programa Petróleo por Alimentos de la ONU, pero Kofi Annan se resiste a permitir una revisión imparcial de los expedientes.
La ONU no es reformable y Estados Unidos avanza en un curso diferente en los últimos cuatro años: no aceptamos el Protocolo de Kyoto, nos retiramos de la Corte Penal Internacional, bloqueamos los intentos de la ONU en imponer impuestos globales e invadimos a Irak sin su aprobación.
Así, EE.UU. se está alejando de un gobierno mundial, administrado por una burocracia internacional ineficiente y corrupta, mostrando a otros países la importancia de la soberanía nacional.
Quienes proponen un avance hacia un gobierno mundial saben que sin la participación de EE.UU. no tienen futuro y si la gente de Irak y Afganistán logra formar gobiernos representativos basados en los principios de la libertad pueden convertirse en buenos guías para el resto del Medio Oriente.
La ONU ha decidido no ayudar al avance de la libertad en Irak ni salvar vidas en Sudán.
Por su parte, Estados Unidos ha establecido una clara posición y un objetivo honorable: promover la libertad individual de la gente como único remedio contra el terrorismo y como único camino hacia un mundo mejor.
El autor es vicepresidente ejecutivo del Environmental Conservation Organization.
© www.aipenet.com
HOLLOW ROCK, TENNESSEE.- El mundo estaba lleno de esperanzas en el otoño del año 1945 cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) comenzó su misión de lograr la paz en un mundo desolado por la guerra, la Segunda Guerra Mundial.
En su misión la Organización de las Naciones Unidas ha fracasado miserablemente, convirtiéndose más bien en un laberinto burocrático, corrompido, arrogante, en busca de poder.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, declaró recientemente que la guerra de Estados Unidos en Irak es “ilegal”. Annan no parece entender o aceptar que la legalidad de las operaciones militares de Estados Unidos depende de una decisión del Congreso de este país y no de lo que las Naciones Unidas diga o piense.
Si la ONU hubiera hecho cumplir sus resoluciones con respecto a Irak, probablemente Estados Unidos no hubiera tenido que invadir a ese país.
La ONU se ha vuelto totalmente ineficaz para el mundo.
¿Por cuánto tiempo esta hinchada institución ha estado discutiendo, debatiendo y posponiendo toda acción para acabar con la matanza de gente inocente en Sudán por parte de algunos agentes del Gobierno?
Por cierto, que se trata del mismo Gobierno que fue escogido para formar parte de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en el año 2001, mientras que Estados Unidos era sacado de la comisión.
Si la ONU es eficiente en alguna cosa, eso es encubriendo y ocultando la corrupción. El mejor ejemplo es el programa Petróleo por Alimentos en Irak que se manejaba directamente desde la oficina del Secretario General, Kofi Annan, desde 1997.
La ONU había ignorado las acusaciones de corrupción antes de la caída de Saddam Hussein y fue sólo después de la llegada de tropas norteamericanas a Irak que se consiguieron montañas de documentos demostrando la magnitud del fraude.
No menos de diez mil millones de dólares fueron a parar a las manos de Saddam Hussein y sus compinches, como también a las de altos funcionarios de la ONU, de Francia, Rusia y Alemania.
Parece que las bombas y las balas utilizadas por los terroristas en Irak fueron compradas con el dinero fraudulento del programa Petróleo por Alimentos de la ONU, pero Kofi Annan se resiste a permitir una revisión imparcial de los expedientes.
La ONU no es reformable y Estados Unidos avanza en un curso diferente en los últimos cuatro años: no aceptamos el Protocolo de Kyoto, nos retiramos de la Corte Penal Internacional, bloqueamos los intentos de la ONU en imponer impuestos globales e invadimos a Irak sin su aprobación.
Así, EE.UU. se está alejando de un gobierno mundial, administrado por una burocracia internacional ineficiente y corrupta, mostrando a otros países la importancia de la soberanía nacional.
Quienes proponen un avance hacia un gobierno mundial saben que sin la participación de EE.UU. no tienen futuro y si la gente de Irak y Afganistán logra formar gobiernos representativos basados en los principios de la libertad pueden convertirse en buenos guías para el resto del Medio Oriente.
La ONU ha decidido no ayudar al avance de la libertad en Irak ni salvar vidas en Sudán.
Por su parte, Estados Unidos ha establecido una clara posición y un objetivo honorable: promover la libertad individual de la gente como único remedio contra el terrorismo y como único camino hacia un mundo mejor.
El autor es vicepresidente ejecutivo del Environmental Conservation Organization.
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