Una buena noticia, aunque no veo muy claro cómo oír música como música y no como ruido. por mucho que la escuche
Un equipo del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital de La Paz, en Madrid, está estudiando cómo oyen la telefonía y la música los implantados cocleares y los modos de mejorar su rehabilitación.
Las personas que han recibido un implante coclear pueden oír bien en entornos silenciosos, pero esto a veces no basta para conseguir una buena calidad de vida: se necesita más. Javier Gavilán, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital de La Paz, en Madrid, y Luis Lassaletta, de la misma unidad, han realizado un estudio en el que han analizado las formas de mejorar la audición telefónica y musical de personas con implante coclear.
"Prácticamente el 70 por ciento de nuestros pacientes son capaces de hablar por teléfono sin ninguna adaptación", afirma Lassaletta. "En los últimos años los resultados de los implantes cada vez son mejores, no sólo porque la tecnología mejora, sino porque se trabaja en equipos multidisciplinares que unen cirugía, ingeniería, logopedia y rehabilitación". El equipo de La Paz, del que también forman parte Alejandro Castro, MIR de ORL, y Marta Bastarrica, ingeniero electrónico, ha estudiado cómo hablan por teléfono los sordos con implantes. Se han efectuado test de calidad de vida y se han analizado diferentes terminales y adaptadores: "Hay modelos que se conectan directamente al implante que permiten aislar el ruido externo y consiguen una audición muy buena; sin embargo, a los enfermos no les suelen gustar mucho por el engorro de conectar el teléfono al implante e, incluso, algunos se agobian al no oír su propia voz al utilizarlos".
Para usar el teléfono móvil sin adaptación los especialistas ofrecen algunos consejos a los implantados: "El entrenamiento se realiza hablando mucho, aunque también deben acostumbrarse a escuchar de forma distinta. Normalmente, cuando se usa el móvil se coge rápidamente; si un implantado hace eso oirá un ruido muy molesto dependiendo de la distancia a la que se encuentre de la antena de telefonía más cercana. Nosotros aconsejamos esperar unos segundos antes de acercarse el móvil, no a la oreja, sino al micrófono del implante".
El equipo investigador también ha analizado cómo perciben la música las personas que han recibido un implante: "Un 50 por ciento de los pacientes nos dicen que disfrutan con la música. Además, les hemos realizado pruebas de tono, ritmo e intentamos que traten de identificar melodías sin letra. Queremos integrar los ejercicios con música en la logopedia y en la rehabilitación como un modo de mejora de la calidad de vida".
"El implante coclear es una tecnología muy útil y eficaz cuando se le pone a la persona adecuada", afirma Javier Gavilán, que cree que no es una política correcta colocar el dispositivo a todo el que fisiológicamente puede recibirlo. "Hay que ser estricto con las indicaciones y con los pacientes. Hay dos clases de enfermos a los que beneficia mucho: el niño que nace sordo y el adulto que pierde la audición cuando es mayor y que ya había adquirido el lenguaje. En ambos casos la mejora de su calidad de vida es similar. No es aconsejable implantar a los adultos que no oyen desde niños y que están integrados en un mundo de sordos".
Para ser estrictos en la elección del candidato se realizan tres tipos de estudios: audiológico (ver si el paciente se puede beneficiar de otras opciones); técnico (se estudia la cóclea, el caracol y se comprueba que el problema está en el oído y no en el cerebro), y psiquiátrico, en el que se explica al paciente qué puede esperar del implante y que sea consciente de la importancia de la rehabilitación.
Pese a la efectividad del implante, aún quedan muchos campos en los que se puede mejorar: "Una línea de investigación consiste en aumentar la capacidad del implantado para elegir la conversación que quiere oír en un entorno ruidoso", afirma Lassaletta. "También se está trabajando en la fabricación de dispositivos totalmente implantables que superen a los actuales, que llevan un procesador y un micrófono externos".
El objetivo es mejorar la calidad de vida del sordo: "Hasta el momento los implantados sólo oían. A partir de ahora se pretende que alcancen el placer de escuchar*", sentencia Gavilán.
Un equipo del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital de La Paz, en Madrid, está estudiando cómo oyen la telefonía y la música los implantados cocleares y los modos de mejorar su rehabilitación.
Las personas que han recibido un implante coclear pueden oír bien en entornos silenciosos, pero esto a veces no basta para conseguir una buena calidad de vida: se necesita más. Javier Gavilán, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital de La Paz, en Madrid, y Luis Lassaletta, de la misma unidad, han realizado un estudio en el que han analizado las formas de mejorar la audición telefónica y musical de personas con implante coclear.
"Prácticamente el 70 por ciento de nuestros pacientes son capaces de hablar por teléfono sin ninguna adaptación", afirma Lassaletta. "En los últimos años los resultados de los implantes cada vez son mejores, no sólo porque la tecnología mejora, sino porque se trabaja en equipos multidisciplinares que unen cirugía, ingeniería, logopedia y rehabilitación". El equipo de La Paz, del que también forman parte Alejandro Castro, MIR de ORL, y Marta Bastarrica, ingeniero electrónico, ha estudiado cómo hablan por teléfono los sordos con implantes. Se han efectuado test de calidad de vida y se han analizado diferentes terminales y adaptadores: "Hay modelos que se conectan directamente al implante que permiten aislar el ruido externo y consiguen una audición muy buena; sin embargo, a los enfermos no les suelen gustar mucho por el engorro de conectar el teléfono al implante e, incluso, algunos se agobian al no oír su propia voz al utilizarlos".
Para usar el teléfono móvil sin adaptación los especialistas ofrecen algunos consejos a los implantados: "El entrenamiento se realiza hablando mucho, aunque también deben acostumbrarse a escuchar de forma distinta. Normalmente, cuando se usa el móvil se coge rápidamente; si un implantado hace eso oirá un ruido muy molesto dependiendo de la distancia a la que se encuentre de la antena de telefonía más cercana. Nosotros aconsejamos esperar unos segundos antes de acercarse el móvil, no a la oreja, sino al micrófono del implante".
El equipo investigador también ha analizado cómo perciben la música las personas que han recibido un implante: "Un 50 por ciento de los pacientes nos dicen que disfrutan con la música. Además, les hemos realizado pruebas de tono, ritmo e intentamos que traten de identificar melodías sin letra. Queremos integrar los ejercicios con música en la logopedia y en la rehabilitación como un modo de mejora de la calidad de vida".
"El implante coclear es una tecnología muy útil y eficaz cuando se le pone a la persona adecuada", afirma Javier Gavilán, que cree que no es una política correcta colocar el dispositivo a todo el que fisiológicamente puede recibirlo. "Hay que ser estricto con las indicaciones y con los pacientes. Hay dos clases de enfermos a los que beneficia mucho: el niño que nace sordo y el adulto que pierde la audición cuando es mayor y que ya había adquirido el lenguaje. En ambos casos la mejora de su calidad de vida es similar. No es aconsejable implantar a los adultos que no oyen desde niños y que están integrados en un mundo de sordos".
Para ser estrictos en la elección del candidato se realizan tres tipos de estudios: audiológico (ver si el paciente se puede beneficiar de otras opciones); técnico (se estudia la cóclea, el caracol y se comprueba que el problema está en el oído y no en el cerebro), y psiquiátrico, en el que se explica al paciente qué puede esperar del implante y que sea consciente de la importancia de la rehabilitación.
Pese a la efectividad del implante, aún quedan muchos campos en los que se puede mejorar: "Una línea de investigación consiste en aumentar la capacidad del implantado para elegir la conversación que quiere oír en un entorno ruidoso", afirma Lassaletta. "También se está trabajando en la fabricación de dispositivos totalmente implantables que superen a los actuales, que llevan un procesador y un micrófono externos".
El objetivo es mejorar la calidad de vida del sordo: "Hasta el momento los implantados sólo oían. A partir de ahora se pretende que alcancen el placer de escuchar*", sentencia Gavilán.
*Digo yo de oír. Todavía no distinguen entre el oír y el escuchar ;).
Alberto Bartolomé
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