domingo, noviembre 12, 2006

Ataques a las misiones

MOZAMBIQUE

El 6 de noviembre fueron asesinados en la región de Tete (Mozambique) el jesuita brasileño P. Waldyr dos Santos y la voluntaria portuguesa Idalina Neto, de la Asociación Laicos para el Desarrollo. Es el quinto ataque a una misión católica que se produce en la región de Tete en lo que va de año.

Niños de la calle o zabbaleen atendidos
por una misionera en un barrio de El Cairo

El jesuita brasileño de 69 años, P. Waldyr dos Santos, y la voluntaria de la asociación portuguesa “Laicos para el Desarrollo” Idalina Neto Gomes, de 30 años, fueron asesinados el 6 de noviembre, de madrugada, en Angonia, en la provincia mozambiqueña de Tete. Muy temprano por la mañana, un grupo de hombres armados entró en la residencia de los jesuitas sorprendiendo a los misioneros en sus habitaciones. Cuando los asaltantes pidieron dinero, el P. Waldyr dos Santos se resistió y, sin mediar palabra, los asaltantes dispararon contra él causándole la muerte e hiriendo a otros dos misioneros: el P. Mario de Almeida, también brasileño, y el Hno. José Araújo de Andrade, mozambiqueño de 76 años. Acto seguido, los bandidos se dieron a la fuga.

En la misión se encontraban también algunos voluntarios de la asociación portuguesa “Laicos para el Desarrollo”. Idalina Neto, una laica de esta asociación, intentó huir, momento en el que uno de los asaltantes la agredió con un cuchillo, causándole también la muerte. Cuando llegó la policía, los bandidos ya se habían ido llevándose dinero en metálico y uno de los vehículos de la comunidad.

La Congregación para la Evangelización de los Pueblos difundió un comunicado del P. Carlos Giovanni Salomão, superior regional de los Jesuitas en Mozambique, en el que afirma que “es justo aclarar que la muerte del P. Waldyr y de Idalina no se trató de ninguna manera de un ajuste de cuentas, como han dado a entender algunos medios de comunicación. Se trató de un acto brutal dirigido a intimidar y desestabilizar las instituciones religiosas en la provincia de Tete, y específicamente las obras que la Compañía de Jesús está desarrollando a favor de la población de Angonia, sobre todo en el terreno de la evangelización, de la educación, de la salud y de los proyectos sociales que se orientan al desarrollo y al bienestar de esa población que tanto ha sufrido”.

El P. Carlos Giovanni Salomão recuerda que “la Compañía de Jesús tiene una larga historia de comunión con la población del altiplano de Angonia, alternando momentos de profunda alegría con otros de profunda tristeza. Siempre nos hemos preocupado de conservar la fidelidad y el respeto por la cultura de la población local. Es justo afirmar que los cristianos siempre han reconocido y correspondido en todo momento a nuestras intervenciones”. “Así, añade el superior de los jesuitas, no nos dejaremos intimidar por un acto cobarde y violento”. Y solicita: “a todos que colaboren con el Gobierno de la República de Mozambique para detener esta oleada de violencia que devasta el país”.

Solamente en la provincia de Tete, se han producido este año cinco ataques contra casas e instituciones religiosas. Además de los jesuitas, han sido asaltados y atacados los misioneros combonianos y las Hermanas de San Vicente de Paúl, aunque en los ataques anteriores no se había tenido que lamentar ninguna muerte.

Para el P. Carlos, “hay una pregunta que preocupa a nuestros corazones y es el porqué de esta violencia contra los religiosos sólo en esta provincia”. El comunicado concluye con la esperanza de que “la sangre del P. Waldyr y de Idalina ayude a producir frutos espirituales que sólo Dios Padre puede hacer brotar con su inmensa generosidad y misericordia”.

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