martes, junio 27, 2006

El cardenal Rouco destaca "el gran amor a la Iglesia de San Josemaría Escrivá de Balaguer"

La Catedral de la Almudena celebró ayer la festividad de San Josemaría en una Eucaristía presidida por el cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela y a la que acudieron cientos de fieles En la Catedral de la Almudena en Madrid se celebró ayer la festividad de San Josemaría en una Eucaristía presidida por el cardenal Arzobispo de Madrid, el cardenal Antonio María Rouco Varela y a la que acudieron cientos de fieles.
El cardenal Rouco destacó como principal rasgo de San Josemaría su amor a la Iglesia. "Él invitaba a este amor en tiempos donde la desafección a la Iglesia no era nada raro, pero los tiempos han mejorado tras el pontificado de Juan Pablo II y continúan con Benedicto XVI pero aún así sigue habiendo problemas de no comprensión con la Iglesia", afirmó el cardenal. El cardenal Rouco habló también de "la necesidad urgente de volver a meditar sobre la Iglesia de la mano de los obispos y de San Josemaría". "Sin Dios no habría felicidad.
San Josemaría dio ejemplo mediante su gran amor a Dios y su entrega. Él sensibilizó al hombre para ser de nuevo hijo y llamar a Dios "Abba", "padre"", destacó el cardenal Rouco. El cardenal Rouco habló del hombre como hijo de Dios y de la Salvación. "El hombre sólo se salva cuando llama a Dios "padre"". Afirmó que San Josemaría fue salvado por el amor de Dios y resaltó que "no hay camino de salvación si no es a través de la Iglesia". El amor a Dios fue el tema principal de la Homilía; "amar está de extraordinaria actualidad y humanidad. Sólo con la barca de San Pedro y contando con los demás discípulos se pueden pescar hombres", afirmó. "Debemos responder con amor; el apostolado y la santidad debe ser la vocación de todo ser humano".
"Debemos llevar la gran verdad", instó el cardenal Rouco. El cardenal Rouco invitó a todos los fieles a acudir a la Virgen María. "Tenemos que acudir a la Virgen que es madre de la Iglesia y de los hijos de Dios". "A Ella le encomendamos el Encuentro en Valencia, la Prelatura del Opus Dei para ser testigos del Evangelio y que los hombres puedan llamar a Dios abba, Dios Padre", finalizó el cardenal Rouco. San Josemaría Escrivá fue canonizado el 6 de octubre de 2002 por Juan Pablo II. Su vida es un ejemplo para los cristianos que con su vida diaria tratan de encontrar y amar a Cristo en las ocupaciones normales.
Foto: con Santiago en el Espolón Logroño.

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