jueves, octubre 19, 2006

Isabel la Católica, humanista integral

El papel evangelizador de Isabel la Católica en América, a debate en Toledo

El Deán de la catedral Primada de Toledo, don Santiago Calvo, escribe acerca de la conferencia que el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, arzobispo de Santo Domingo y Primado de América, pronunció sobre Isabel la católica y la Isla Hispaniola, el pasado día 11, en la iglesia de San Juan de los Reyes, de Toledo

La Comisión pro Beatificación de la Reina Isabel la Católica, del Arzobispado de Valladolid, ha celebrado un acto en el que se resaltó la influencia que la figura de Isabel la Católica ejerció en América. El acto comenzó con una Misa presidida por el cardenal arzobispo de Toledo y Primado de España, don Antonio Cañizares, y concelebrada por el cardenal de Santo Domingo y el arzobispo de Valladolid. Durante su homilía, el cardenal Cañizares se refirió a la fiesta de la Virgen del Pilar, e insistió en la necesidad de promover en la España de hoy la vida religiosa y los valores cristianos.

El cardenal arzobispo de Santo Domingo y Primado de América, don Nicolás de Jesús López Rodríguez, resaltó durante la posterior conferencia, Isabel la Católica y la Isla Hispaniola , que «a Isabel la Católica no se le puede dirigir la crítica más leve, porque todo lleva en ella, al menos en lo que se refiere a las proyecciones de su genio sobre el destino de América, la perfección propia de las cosas superiores», y por lo tanto «todo americano tiene que ponerse espiritualmente de rodillas para pronunciar el nombre de esta Reina excelsa, que fue para los indios, en los días críticos de la conquista, una especie de divinidad bienhechora».
En su conferencia el cardenal López Rodríguez expuso los pasos seguidos durante la conquista, población y evangelización de la Hispaniola (La Española); isla compartida hoy por Haití y Santo Domingo, y que en su día fue el primer punto de América al que llegó Cristóbal Colón. Además, manifestó cómo el objetivo primordial de la Reina Católica fue que la presencia de España en el Nuevo Mundo descubierto debía ser llevar a los habitantes que allí había el Evangelio y hacerles cristianos.
Durante el transcurso de la conferencia se resaltó también la especial preocupación de la Reina Católica por que los habitantes de aquellas tierras fuesen respetados como lo eran los españoles; lo que significó que no permitió que se les convirtiera en esclavos, y obligó a que se devolviera la libertad a quienes habían sido reducidos a esclavitud, y fueran devueltos a sus lugares de origen quienes a España habían sido traídos como esclavos.

Labor evangelizadora

También se recordó la labor evangelizadora que la Reina realizó al ordenar que, junto a cada convento, se estableciera una escuela; al seleccionar las Órdenes religiosas que podrían ir a misionar; y al escoger a las que ya habían sido reformadas -franciscanos, dominicos, mercenarios y agustinos-, ordenando además que los misioneros que de estas Órdenes fuesen enviados, además de que existiese constancia de su virtud y que poseyesen suficiente preparación intelectual, fuesen jóvenes, pero no en demasía, para poder afrontar la dureza de vida que en el Nuevo Mundo les esperaba.
El cardenal López Rodríguez afirmó también que Isabel la Católica se propuso y consiguió, un año después de la reforma tridentina, la reforma del clero y Órdenes religiosas en España, que sería clave para la evangelización del continente americano. Por último, para que quedara establecida la Iglesia de una manera más firme y oficial, solicitó y logró que el Papa erigiera, en el año 1504, tres diócesis en la Española: la archidiócesis de Yagüate y las diócesis de Maguá y Bainoa.

El cardenal arzobispo de Santo Domingo finalizó su exposición destacando que, «de ponerle hoy una etiqueta moderna al quehacer político y económico de Isabel la Católica en la aventura americana de España hasta su muerte, ésta sería la de humanismo integral, por su seria preocupación por el ser humano. Un humanismo que exigía que el mundo económico y político estuviese subordinado al ser humano y no viceversa. Éste es uno de sus mayores timbres de gloria».

Santiago Calvo Valencia

jueves, octubre 12, 2006

Sierra de Luna


El Ebro guarda silencio
al pasar por el Pilar,
la Vigen está dormida
dormida, dormida,
no la quiere despertar.

Un carretero que viene
cantando por el ramal,
lleva en el toldo pintada,
pintada, pintada,
una Virgen del Pilar.

Contigo de cinco villas
viene se Sierra de Luna,
y en los collerones lleva
campanas, campanas,
campanas las cinco mulas.

Besos de nieve y de cumbre
lleva el aire del Moncayo,
y las mulas van haciendo,
heridas, heridas,
heridas al empedrado.

Cruzando el puente de piedra
se oye un brava canción,
en las torres las campanas,
campanas, campanas,
están tocando a oración.

Dos besos traigo en los labios
pa' mi Virgen del Pilar,
uno me lo dió mi madre,
mi madre, mi madre,
el otro mi soledad.

El perro del carretero
juega con la mula torda,
y es que saben que han llegado,
llegado, llegado,
ya han llegado a Zaragoza.

El Ebro guarda silencio,
al pasar por el Pilar,
la Vigen está dormida
dormida, dormida
no la quiere despertar

Ntra Señora del Pilar

Bendita y alabada sea la hora en que María Santísima vino en carne mortal a Zaragoza. Por siempre sea bendita y alabada.


HIMNO

Virgen Santa, Madre mía.
Luz hermosa, claro día.
Que la tierra aragonesa
Te dignaste visitar,
Este pueblo que te adora,
De tu amor favor implora,
Y te aclama y te bendice
Abrazada a tu Pilar.
Pilar sagrado
Faro esplendente,
Rico presente
De caridad,
Pilar bendito
Trono de gloria.
Tú a la victoria
Nos llevarás.
Cantad, cantad
Himnos de honor y alabanza
A la Virgen del Pilar.

sábado, octubre 07, 2006

Todas las religiones no son iguales


Ya ha pasado el tiempo suficiente desde la polémica surgida en torno al discurso del Papa en Ratisbona (Alemania), como para extraer algunas conclusiones y hacer algunas aplicaciones. ¿Cometió el Papa un error? ¿Acaso el diálogo interreligioso debe limitarse a los gestos diplomáticos, hasta el punto de renunciar al juicio sobre la veracidad y la bondad de las religiones?

+ Diálogo interreligioso y relativismo: No sería correcto confundir el diálogo interreligioso propugnado por la Iglesia Católica con el relativismo tan extendido en nuestra cultura, el cual viene a presuponer, poco más o menos, que todas las religiones son iguales. Es cierto que todas las religiones son respetables, tienen elementos positivos y que debemos trabajar conjuntamente por la mutua comprensión y colaboración en favor de un orden mundial justo y pacífico. Pero eso no supone que el hombre creyente haya dejado de tener el derecho y hasta el deber de seguir la religión que en su conciencia ha conocido como “suprema verdad”.
Recuerdo que una de las mayores tonterías que he escuchado en TV, fue la de un conocido director de programas de debate cultural-esotérico-filosófico, quien se declaró públicamente como “ferviente cristiano, budista convencido, fiel musulmán, y judío apasionado…”

+ Cristianismo, Islam, violencia y razón: La doctrina de Jesucristo sobre la violencia es muy clara: “Guarda tu espada, Pedro, porque quien a espada mata, a espada muere”. A Juan Pablo II y a todos aquellos católicos que buscan limpiamente la verdad, no les han dolido prendas a la hora de pedir perdón por los momentos históricos en los que nuestros hermanos en la fe incumplieron el mensaje de Cristo.
El caso del Islam, sin embargo, es distinto. En el Corán se presenta el Islam como religión de paz, al mismo tiempo que en otros pasajes se recuerda el deber del musulmán de acudir al llamado de la guerra santa. Mahoma mismo, al contrario que Jesucristo, practicó la guerra como medio de extensión del Islam.
Uno de los problemas de fondo que diferencia al Islam del Cristianismo es la relación fe-razón. El Islam exalta la trascendencia de Dios hasta el límite, de forma que lo sobrenatural podría llegar a ser irracional. El Cristianismo entiende que aunque la fe trascienda la razón (es suprarracional), no puede llegar a ser nunca irracional. Fe y razón no pueden ser nunca incompatibles para el Cristianismo, al contrario que para el Islam.

+ Cristianismo, reencarnación y justicia social: La creencia en la reencarnación conlleva como consecuencia una religiosidad desencarnada y desentendida de la justicia social. Es muy difícil que partiendo de esa creencia pueda superarse la tentación de reducir la religión a un intimismo desconectado de la realidad, a la que se considera como un disfraz del que estamos llamados a desprendernos. Mientras que la fe cristiana en la “resurrección de nuestros cuerpos” implica que todo lo material interesa e implica el Reino de Dios, la fe en la reencarnación desemboca en un dualismo alienante, que divide e incomunica el mundo material y el espiritual.

En resumen: el pensamiento políticamente correcto y secularizado de nuestros días pretende fundar el diálogo interreligioso en el simple arte de la diplomacia. Es una pretensión del todo inconsistente. El diálogo supone también unas certezas de partida, además de la debida libertad en el uso de la razón para poder expresarlas.

Monseñor Munilla